SEGURIDAD, TRANSPARENCIA, TRAZABILIDAD, PROXIMIDAD Y MUCHO E-COMMERCE
La crisis de la Cov-19: Sanitaria, social, económica y financiera, debe hacernos reflexionar sobre muchísimos aspectos de nuestra vida diaria. En el Retail alimentario observamos ciertas tendencias con unos cambios, algunos de ellos muy estructurales, que han venido para quedarse, y nosotros como poco, a adaptarnos.
En referencia a las grandes cadenas de supermercados, y en general la cadena alimentaria están saliendo reforzados de esta crisis.
A principios de este año la cadena alimentaria estaba muy cuestionada. Ahora mismo, con la situación excepcional que estamos viviendo, la confianza hacia el sector ha salido reforzada porque se le ha dado valor al productor, a la logística, y por supuesto, al personal de las tiendas. La profesionalidad de los trabajadores, capacidad de adaptación al trabajo y el compromiso, han sido el pilar sobre el que se ha sustentado todo.
En definitiva, ha sido espectacular la capacidad de todos los profesionales para transformar radicalmente el modelo de negocio.
Este modelo de negocio está gestado, basado en las circunstancias actuales, en: aumentar el stock de productos esenciales de vida larga, crear espacios versátiles que sirvan lo mismo para almacenar y preparar pedidos online, cultivar a las pequeñas empresas que hagan negocios con las grandes, y por supuesto, en aumentar la capacidad de digitalización en un período de tiempo muy corto.
En este periodo, hemos visto que aquellos negocios que han sido capaces de adelantarse en la digitalización y seguidamente, hayan realizado entregas a domicilio eficaces, seguro que han salido, aún más reforzados de esta situación.
Gracias a las nuevas tecnologías hemos podido adaptarnos y satisfacer nuestras necesidades a través de las compras online. Todo el mundo se ha dado cuenta del potencial del comercio electrónico como Servicio social, y hasta subir un eslabón más, de llegar a una profundidad digital, es decir, el valor que ha demostrado la distribución alimentaria a la proximidad para dar servicio a la población.
En el tiempo inicial del confinamiento, lo urgente ha desplazado a lo importante. Los avances del control de la pandemia que nos tiene que llevar hasta una nueva normalidad, no pueden hacer parar al Retail, ya que el consumidor, en época de crisis, espera una propuesta de valor.
El consumidor está preocupado por la salud y por la seguridad, y muy interesado por la trazabilidad de todo aquello que consume, desde el origen del alimento hasta que está en su plato. Y tendremos que ofrecerle, más que nunca, la transparencia de todo el proceso del alimento.
Y no nos olvidemos, en época de crisis, es un consumidor buscador de promociones y orientado al precio, que ahora siempre estará conectado, con más tiempo en casa, y por supuesto, con un objetivo muy claro, ser fan de la experiencia de compra.
Por ello, el Retail, tendrá que aprender a escuchar e interpretar al consumidor, y ahora, mucho más, tomando decisiones rápidas. Y todo ello, en un clima de gran incertidumbre.
El consumidor, a partir de ahora, traducirá su experiencia de compra en estos dos canales en función de la misión de su compra. Por una parte, estará la compra física, y por otra, por su acentuación tecnológica de este periodo excepcional, la compra online. Esta será su meta final, la omnicanalidad.
En definitiva, el Retail ha sufrido un gran cambio. Ahora mismo compramos por proximidad y muchos consumidores han descubierto el online. Compramos con menos frecuencia y con cestas más grandes. Apostamos por las marcas que nos generan más confianza y las que nos han dado más capacidad de respuesta. Y, por último, en el hogar consumimos comidas más saludables.
¿Y, Qué nos puede seguir pasando ahora?
- Concentración de la compra en menos establecimientos que antes de la crisis, y la experiencia de compra del consumidor será vital. Éste buscará que no le falten los productos que quiere o necesita. Se requerirá ser impecable en higiene y seguridad, y siempre irá por delante el pago con móvil o tarjeta.
- El consumidor, volverá a buscar promociones y el mejor precio. Los grandes supermercados y los de proximidad, harán estrategias comerciales porque ahora mismo el suministro ya lo tenemos garantizado.
- Los Clubs de fidelización, sobre todo, de los supermercados de proximidad, lucharán por quedarse con aquellos clientes que los han visitados por primera vez, y querrán mantenerlos. Las campañas personalizadas a través de los programas de fidelización serán importantes.
- De lo que hablamos anteriormente, de lo urgente es prioritario a lo necesario, pasaremos a que todas aquellas nuevas referencias que se incluyan en los supermercados tendrán que dar una diferenciación o bien un valor añadido al consumidor. Costará la innovación a corto plazo, y eso, que el Retail escucha al consumidor lo que propone.
- Los productos preparados para llevar, poco a poco, irán cogiendo la confianza del consumidor, que se había perdido en parte, por el temor al contagio. Eso sí, los productos frescos saldrán muy beneficiados.
- Las marcas propias, seguirán progresando, ya que el precio es importante en época de crisis. Las marcas de fabricantes que han perdido ventas,harán campañas más intensas en comunicación y puntos de venta.
- El pago por móvil hará que nazcan nuevas APPs, donde habrá una relación casi diaria entre los fabricantes, supermercados y clientes.
Sergi Milán, Consultor de Negocios en Carlander.es